La historia de una mujer británica de 49 años ha dado la vuelta al mundo por lo extraordinario de su experiencia.
Según los médicos, estuvo clínicamente muerta durante 40 minutos, un tiempo en el que, según la ciencia, las posibilidades de volver con vida son mínimas.
Sin embargo, no solo regresó, sino que lo hizo sin secuelas graves, dejando a todos sorprendidos.
Lo que más impacto causó no fue únicamente su recuperación, sino el relato que compartió después. La mujer describe lo vivido como una experiencia “mágica”, llena de paz y sensaciones difíciles de explicar.
Asegura que en ese lapso sintió una profunda conexión con algo más allá de lo físico, una vivencia que la marcó para siempre.
Los especialistas que atendieron su caso quedaron desconcertados, ya que su evolución no sigue los patrones habituales en este tipo de situaciones.
Su historia ha generado un gran interés en redes sociales y medios internacionales, abriendo debates sobre la vida, la conciencia y lo que ocurre después de la muerte clínica.
Este testimonio no solo es un ejemplo de superación, sino también una invitación a reflexionar sobre los misterios que aún escapan a la comprensión humana.
